Hoy se celebra el Día Mundial de las Tapa. Sí, es un evento que se conmemora a nivel internacional porque, aunque las tapas son algo típicamente español, es algo que hace años se convirtió en un patrimonio de la humanidad como la pizza italiana, el sushi japonés y tantas otros platos típicos.
Sea como sea, en Catacaldos queremos aprovechar este día para contarte algunas curiosidades de este buque insignia de la gastronomía española…¿cómo empezó esta genial tradición? ¿dónde? ¡¡Vamos allá!!
Comencemos por el principio: la versión más extendida del momento exacto en el que nació la noble tradición de acompañar nuestra bebida con una caña nos remonta a la época de Alfonso XIII cuando, en una visita de éste al sur de España decidió hacer una parada en Ventorrillo del Chato para tomar algo que le hiciera combatir el calor.
Ese día era especialmente ventoso y, la arena conseguía entrar por la ventana que, por el calor, permanecían permanentemente abiertas. Siendo así, cuando el rey y sus acompañantes pidieron un vino, el mesonero decidió cubrir la copa de su majestad con una loncha de jamón que impidiera que la arena penetrara en la copa. El rey, que en principio se mostró extrañado se bebió su copa pero, como de costumbre, fue el primero en terminársela. Así, cuando tuvo que pedir la siguiente espetó: “Mesonero, sírvame otra copa…pero con otra tapa igual” y, entre risas, a partir de ese momento sus acompañantes también solicitaron al mesonero que su copa fuera acompañada de una tapa.
Puede que fuera ese momento el que diera pie a extender la denominación de tapa a, como la RAE define, “una pequeña porción de algún alimento que se sirve como acompañamiento de una bebida“, pero qué duda cabe que no fue entonces la primera vez que una bebida fue acompañada de un pequeño premio. De hecho, otras teorías apoyan que esta práctica ya era común en la época de los Reyes Católicos para que los clientes asiduos acompañaran su bebida con algo de comida para que no se emborracharan tanto. También aparece esta práctica en el Quijote y en muchos otros libros de usos y costumbres de la época pero, tal y como decimos, denominado como “tapas”, por primera vez en boca de Alfonso XIII.